Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista
Ante los crímenes israelíes, los líderes europeos expresan “preocupación” pero prefieren no incomodar a Trump y Netanyahu. La movilización señala el camino solidario con Palestina con la exigencia de que los gobiernos rompan relaciones con el Estado sionista.
Sólo se preocupan y toman nota
En distintos ámbitos las autoridades de la UE expresan “preocupación” por los derechos humanos, pero no se traduce en hechos concretos.
El Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), brazo diplomático de la UE, presentó un informe señalando el incumplimiento de Israel del Artículo 2 del Acuerdo de Asociación con la UE, que exige que las relaciones bilaterales se basen “en el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos”.
Luego, la alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, anunció que la cuestión se volverá a tratar en julio, que se contactarán con Netanyahu para pasarle los resultados del informe, esperando que “tome medidas para mejorar la situación humanitaria”. ¡Como si el verdugo estuviera desinformado y las víctimas tuvieran un calendario de vida normal!
Posteriormente, en la reunión del Consejo Europeo se refirieron a los “indicios” de crímenes mencionados en el informe del SEAE y en vez de tomar medidas avisaron que “toman nota”.
Son pantomimas diplomáticas grotescas e hipócritas, que toman por estúpidas a los millones de personas que ven horrorizadas como se ejecuta el genocidio en Gaza.
El doble discurso y el humanitarismo que emana del Bloque europeo proviene de su retrógrada herencia colonialista ya que “Cuando los imperialistas hablan de humanidad, lo hacen como los ladrones que hablan de moral; es sólo para encubrir sus crímenes con frases grandilocuentes.” León Trotsky, La guerra y la Internacional, 1914.
Los matices ocultan un gran acuerdo
El canciller alemán Friedrich Merz, defendió la inacción porque “Necesitamos buenas relaciones con Israel”. Desde otro ángulo, el presidente español Pedro Sánchez pidió la suspensión inmediata del Acuerdo de Asociación con Israel porque “hay que decirle basta ya a Netanyahu”.
Muy bien, sin embargo, se “olvidó” de mencionar que España sólo ha suspendido nuevas licencias desde el 7 de octubre de 2023, pero continúa exportando con autorizaciones previas y mantiene contratos millonarios con empresas israelíes en proyectos militares.
Más allá de las diferencias entre los representantes gubernamentales y del cinismo que los caracteriza, todos comparten un mismo objetivo: preservar los consensos internos sin cuestionar la raíz del conflicto, que es la existencia del Estado de Israel como enclave colonial y gendarme del imperialismo occidental en Medio Oriente.
Más muertes y conversaciones entre criminales en la sombra
Mientras tanto, el Ejército israelí ordenó la evacuación forzosa de Gaza Norte advirtiendo que “actuarán con gran fuerza” y que los ataques se “intensificarán, intensificarán y extenderán del oeste hacia el centro”.
Sólo durante el domingo pasado los bombardeos asesinaron entre 21 y 23 palestinos y al menos 66 niños fallecieron por desnutrición debido al bloqueo y la limitada entrada de ayuda humanitaria.
Al mismo tiempo, según la prensa israelí, habría contactos entre Trump y Netanyahu para definir el futuro de Gaza y expandir los Acuerdos de Abraham que establecen la normalización de relaciones entre Israel y los países árabes.
“La guerra no es más que la continuación de la política por otros medios”.
El ultraderechista Trump y los líderes de la UE no son “pacificadores”, su accionar combina las tácticas de “zanahoria y garrote”, entendidas como iniciativas diplomáticas junto a amenazas o acciones militares.
Los acuerdos y las guerras que involucran a EE. UU. y la UE no responden a los genuinos intereses de los pueblos sino a sus propios intereses estratégicos de dominación; por eso no conducen a una paz justa, sino a la “paz” de las imposiciones y los cementerios.
La movilización es el único camino
Llamamos a profundizar la unidad de acción en la movilización, exigimos el inmediato levantamiento del bloqueo de ayuda humanitaria a Gaza, el cese de los bombardeos sionistas y la ruptura completa de relaciones de los gobiernos con Israel.
El humanitarismo consecuente incluye la lucha contra el sistema capitalista imperialista que genera genocidios, ocupación, hambre y limpieza étnica; y enfrentar a sus principales sostenedores regionales: Israel y EE. UU.
Para obtener una paz justa y duradera, derechos democráticos y sociales, es necesario derrotarlos y lograr una Palestina única, laica, no racista, democrática y socialista, en el marco de la Revolución Socialista en Medio Oriente.
Por Rubén Tzanoff