Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista
Es legítimo, el derecho de los educadores, en la etapa del proceso de lucha social, en que nos encontramos, de solicitar por los medios que consideren necesarios, la suscripción de un acuerdo de huelga, como pre-condición para suspender la huelga, en dicho sector y la instalación de una mesa de diálogo (negociación), ya sea con los diputados, o cualquier órgano de gobierno, para tratar el tema de la derogación de la Ley 462. Ahora bien, con independencia de esa realidad política, que para algunos puede significar una derrota o incluso, una victoria parcial, por las condiciones en que sale el régimen de la pelea (intacto o no), tal como muchos sectores deducen del resultado de elección de la nueva junta directiva de la asamblea de diputados; lo cierto es, que del proceso, se deduce sin mayor esfuerzo, para los y las compañeros y compañeras revolucionarias (as), luchadores sociales y anti-imperialistas: que, la falta de unidad de acción, en un solo frente, con un plan de lucha unitario que nos incluya a todos y todas y el llamado a huelga general de las centrales del movimientos obrero, es un elemento que no puede obviarse, si queremos ganar futuras y cercanas luchas, que el pueblo panameño y sus organizaciones sociales e ideologías, deberán enfrentar contra el plan de ajuste que el gobierno y su régimen represor, pretenden aplicar en materia de educación superior, agua, etc., sin dejar atrás las consignas contra la Ley 462, el embalse del Río Indio, la mina y anti-imperialistas como los memorandos de entendimiento con EEUU. La lucha no termina si no se logra des-judicializar a todos los procesados, liberar a los detenidos y reincorporar a la vida política a los exiliados, no puede haber acuerdo con sanciones, represiones o descuento en el sector educativo, y sin que los responsables de las masacres en Bocas del Toro, paguen por sus crímenes. Momentos hubo para pedir la caída del régimen, no se hizo una lección más; no podemos luchar contra la medida de la burguesía, aplicada por un régimen represor, sin pedir su caída; queda de ejemplo lo sucedido. A pesar de todo, es necesario el reagrupamiento y balance de lo sucedido, a fin de reorganizarnos para las nuevas batallas que se nos avecinan, corrigiendo los errores de la actual lucha que a la fecha no ha terminado. Todos y todas a seguir luchando, si queremos un mejor país para las futuras generaciones donde se ponga por delante las necesidades de las grandes mayorías, de los trabajadores, trabajadoras, campesinos, originarios, mujeres, disidencias, juventudes, etc,; en vez de los intereses de la burguesía, las transnacionales y el imperialismo yankie o cualquier otro.
Hasta la victoria siempre compañeros.
Por Carlos Ernesto Guevara Villar