La situación fiscal de la Intendencia de Montevideo alcanzó en 2024 su nivel más crítico en años. Según la Rendición de Cuentas presentada por el gobierno departamental, el déficit presupuestal superó los US$ 90 millones, marcando un deterioro financiero sin precedentes.
En 2022 la comuna había cerrado con un déficit de apenas US$ 1,9 millones, cifra que en 2023 aumentó a US$ 11,3 millones. Pero fue en 2024 cuando el desbalance se disparó, multiplicándose casi por 50 en solo dos años.
La administración frenteamplista —liderada inicialmente por la actual vicepresidente, Carolina Cosse, y actualmente por Mauricio Zunino— ejecutó gastos que superaron ampliamente los ingresos por tributos, tasas, tarifas y transferencias nacionales. El gasto total del ejercicio fue 90 millones de dólares superior a la recaudación efectiva, profundizando el rojo fiscal.
Burocracia desmedida
Dentro de la Secretaría General, la Dirección Superior fue una de las áreas con mayor peso presupuestal, con un gasto total de 675 millones de pesos, que incluyó 410 millones en retribuciones personales, 235 millones en gastos operativos y 30 millones en inversiones.
La Prosecretaría General ejecutó 699 millones de pesos, de los cuales la mayor parte también correspondió a sueldos (410 millones) y gastos de funcionamiento (282 millones), mientras que solo 6 millones fueron a inversiones.
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La Asesoría Jurídica manejó 269 millones de pesos, donde predominan los gastos en remuneraciones (229 millones) y un margen menor en funcionamiento e inversiones.
| Redacción
En el área de Desarrollo Municipal y Participación, el gasto ascendió a 651 millones de pesos, con 498 millones destinados a sueldos, 138 millones a gastos corrientes y algo más de 14 millones en infraestructura barrial y espacios públicos cogestionados.
Relaciones Internacionales e Igualdad de Género: delirante presupuesto
La División de Relaciones Internacionales ejecutó 70 millones de pesos, casi el doble de lo autorizado inicialmente. La mayor parte (46 millones) se destinó a remuneraciones, mientras que los gastos operativos e inversiones fueron menores.
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Por su parte, la División para la Igualdad de Género, considerada una prioridad política para esta administración ultraglobalista, ejecutó 222 millones de pesos, de los cuales 150 millones fueron a gastos corrientes, 63 millones a sueldos y 7 millones a inversiones.
El Presupuesto Participativo, destinado a financiar proyectos votados por la ciudadanía, ejecutó casi 100 millones de pesos, principalmente en obras e inversiones.
Montevideo lidera la carga tributaria en la región
La capital uruguaya, donde se concentra el 40% de la población, ya soporta una de las cargas tributarias departamentales más altas de América Latina. Según el informe Carga Tributaria Departamental 2023 del Observatorio de Coyuntura Económica de la UCU, la capital lidera la región en presión fiscal sobre el comercio y los servicios.
El estudio advierte que “Montevideo aplica un conjunto de tributos departamentales —como la Contribución Inmobiliaria, la Tasa General Municipal y las Patentes de Giro— que representan una carga efectiva muy superior a la de Buenos Aires, Santiago o San Pablo”, tanto sobre los inmuebles como sobre la actividad económica.
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Por su parte, la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, en su informe anual de competitividad 2023, concluyó que Montevideo es “la ciudad más cara de la región para abrir, mantener y operar un comercio, debido a la acumulación de tasas, permisos y contribuciones municipales”, superando a ciudades con economías mucho más grandes.
Montevideo en caída libre
Montevideo enfrenta hoy una situación extremadamente crítica. Por un lado, una presión fiscal creciente que asfixia tanto a los ciudadanos como a las empresas, generando un ambiente poco propicio para la inversión y el desarrollo del empleo.
Por otro lado, una administración municipal ideologizada, ineficiente, turbia e incapaz de manejar responsablemente los recursos públicos.
En los próximos días asumirá oficialmente Mario Bergara para el período 2025–2030, marcando la octava gestión consecutiva del Frente Amplio al frente de la Intendencia de Montevideo.
Cuarenta años de un mismo proyecto político que han ido acumulando un déficit fiscal que hoy alcanza niveles históricos, reflejo de un despilfarro del dinero de los contribuyentes.
El récord de déficit en 2024 es la consecuencia directa del crecimiento descontrolado del aparato burocrático para implementar políticas públicas que privilegian agendas sociales progresistas. Montevideo está al borde del colapso financiero: necesita un cambio real, urgente y profundo.