Aunque nacieron y se criaron en una pequeña ciudad neuquina, el Huevo y Julia Silva recién se conocieron en Capital y hace 13 años que están juntos. El romance se inició cuando el crack jugaba en las inferiores de Ferro.
Marcos Acuña, el neuquino campeón del mundo, tiene una sorprendente historia de amor con su esposa. El dato llamativo de este romance que está por cumplir 13 años y del que han nacido tres hijos, es que ambos eran vecinos en Zapala, donde nacieron y vivieron hasta la adolescencia, pero se enamoraron en Buenos Aires. El Huevo es uno de los integrantes del plantel de la Selección argentina en la Copa América 2024.
El marcador de punta o volante zurdo y su esposa, Julia Silva, se criaron en esa ciudad del sur neuquino de apenas 35 mil habitantes, pero jamás se habían cruzado. Sin embargo, en la inabarcable Buenos Aires, con 3.200.000 personas, se produjo el encuentro “mágico”.
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“Yo hacía deportes y trabajaba en Ferro. Era socia, así que pasaba mucho tiempo en el club. Me habían dicho que en divisiones inferiores había un chico de mi ciudad, que resultó ser Marcos”, aseguró Julia. “Nunca nos habíamos visto en Zapala, ni tampoco teníamos amigos en común. Algo muy raro en una ciudad chica… Por esas cosas del destino nos conocimos en Ferro y enseguida empezamos a salir”, contó el Huevo.
La joven aseguró: “La que inició todo fui yo, porque si bien hubo interés mutuo, él es muy tímido y no se animaba a encararme, así que tuve que dar el primer paso”.
Tras un primer “acercamiento” en el club, que sólo incluyó saludos y presentaciones formales, una tarde después del entrenamiento se cruzaron en la calle y de ahí surgió una invitación a tomar mates.
“En realidad el encuentro no fue casual. Yo sabía que Marcos había terminado de entrenar y para ir a la pensión de Ferro, donde estaba viviendo, tenía un solo camino posible. Así que hice el recorrido en el sentido inverso y no fallé”, reveló la mujer hace algún tiempo en el programa “Las mujeres de la Selección” que se emitió con la conducción de Jésica Cirio por telefe.
Después, el Huevo la invitó a tomar mates en la Plaza Irlanda, un espacio verde típico del barrio porteño de Caballito, y luego de compartir esa tarde al sol empezaron los mensajes por teléfono que derivaron en el romance. “Desde esa primera salida no nos separamos más”, recuerda Julia.
Marcos Acuña y Julia Silva están juntos desde hace 13 años
Eso fue en septiembre de 2011, y la convivencia arrancó en 2014. “Ese año llegó Mora, nuestra primera hija. El primer hogar fue en Caballito, porque él ya jugaba en la primera de Ferro. Después le salió el pase a Racing, pero siempre nos quedamos en el barrio que empezamos, porque nos encanta”, señaló Silva, que actualmente vive con el futbolista y sus tres pequeños (Benjamín y Martina completaron la familia), en Sevilla, donde el Huevo es figura del equipo homónimo.
La pareja conserva el departamento cerca de la cancha de Ferro y cada vez que vienen a Buenos Aires se hospedan allí. Claro que también viajan a su Zapala natal, para visitar a sus familiares y amigos. “Uno nunca se olvida del lugar donde pasó la infancia”, indica el temperamental jugador de la Scaloneta.
Ambos coinciden en que la personalidad de Julia es fundamental para la pareja, “porque yo soy muy callado”, reconoció Marcos. “Desde el principio fue así, porque es demasiado introvertido, pero por suerte yo hablo sin parar. A veces me tiene que frenar para meter un bocadillo”, aseguró la mujer entre risas.
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Acuña, que forma parte de la Selección argentina en la Copa América 2024 que se está jugando en los Estados Unidos, nació el 28 de octubre de 1991 y es posible que en este mercado de pases cambie de aire y deje a Sevilla, equipo en el que juega desde 2020. Ya en la temporada pasada hubo rumores de que se iría del equipo, pero finalmente no se concretó. Cerca de cumplir los 33, el Huevo cree que todavía jugará unos años más en Europa.