5, noviembre, 2024

Con la Ley Bases, Milei da un paso clave y avanzará con una serie de reformas de alto impacto

El día después de la Ley Bases comenzará el verdadero gobierno del presidente Javier Milei.

Arrancará con una profunda reorganización del Estado, de la cual se ha declarado su principal enemigo; avanzará con las pocas privatizaciones que el Congreso le permitirá llevar adelante, disolverá, modificará y eliminará organismos estatales nacionales además de reubicar a su personal; realizará reformas laborales y habrá cambios previsionales y se formalizará el vital Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones conocido por su sigla, RIGI, un “blanqueo” para repatriar capitales como el que implemenaron casi todos los presidentes democráticos del ‘83 a la fecha con la excepción de Néstor Kirchner.

Pero, esta lista es exigua con respecto al proyecto original “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” redactada, entre otros, por el economista y asesor presidencial, Federico Sturzenegger.

Cuando fue presentada en sociedad, a comienzos de año, el proyecto, contaba con 664 artículos y terminó siendo analizada por los senadores con un total de 232 artículos y los cambios continúan. Casi como un acto reflejo de aquellos legisladores que responden a factores de poder que pretenden mantener el statu quo de la matriz económica, laboral, fiscal y productiva del país.

Acaso, el personaje que mejor interpretó el momento de extrema tensión y ansiedad por el que atraviesa Javier Milei, sea su nuevo contacto personal, Elon Musk.

Para el mega millonario sudafricano-estadounidense, que se encuentra a la vanguardia de la cuarta revolución industrial que atraviesa la Humanidad, si a Milei “…no lo frenan, la Argentina tendrá crecimiento y prosperidad como no lo tuvo en los últimos 100 años”.

Milei arrancará con una profunda reorganización del Estado, de la cual se ha declarado su principal enemigo

Y, para graficar la importancia que significa contar con la ley Bases aprobada por el Parlamento, el propio Javier Milei suele expresar, con un optimismo que no disimula bajo ningún aspecto a pesar de gobernar un país donde las mejores intenciones políticas terminan en proyectos truncos y donde nadie termina siendo profeta en su tierra, una condición que debe estar analizando Jorge Bergoglio por estas horas, que “estamos venciendo a la inflación, pero el país necesita cambios profundos. Saben, en la oposición, que, si hacemos estas reformar, el plan va a funcionar, y no van a volver más”.

Cambio de era tras la aprobación de la Ley Bases

Durante el evento EXPOEFI, Milei, puso en blanco sobre negro, la expectativa que tiene por contar con su proyecto económico reformista avalado por ley.

“El DNU, desregulador de la economía, sigue vigente y si la Ley sale, vamos a hacer una reforma más grande que la que hizo Menem, porque la nuestra es tres veces más. Y, además, mandamos mil reformas y quedaron 500 que vamos a volver a enviar en el 2025. Vamos a ser el país más liberal del mundo y en 40 años vamos a ser potencia mundial”, prometió.

Por todo ello, el día después de la Ley Bases, no solo conlleva un alivio por contar con la piedra de toque desde donde construir su poder simbólico y real, sino que también viene con una gran responsabilidad.

Porque, políticamente y frente a la sociedad, se acabaron las excusas y las herencias recibidas y “el Estado que recibí”. Se acabó el deslumbramiento y la “luna de miel” de la sociedad con su mandatario.

A partir de la sanción de la Ley Bases, Milei y su equipo deberán demostrar la madera de la que están hechos para colocarse a la vanguardia de una transformación que fue promocionada como muy profunda y, de ninguna manera, como una gestión que promoverá el gatopardismo.

 El primer gran desafío del presidente libertario tras la sanción de la Ley Bases es jubilar el cepo cambiario

Aquella categoría política descubierta por el príncipe de Lampedusa, no inventada, solo formulada, porque su efecto siempre existió en la historia de la Humanidad, que señala que se debe “cambiar todo para que las cosas sigan iguales”.

En ese sentido, el contrato político de Javier Milei con la sociedad tendrá una vara muy alta, y será calificado según pueda reformar de manera exitosa una Argentina que intenta no caerse del mundo ni de la cuarta revolución industrial.

Los dos primeros grandes desafíos que deberá atender la administración de Milei

En materia económica, el primer gran desafío del presidente libertario tras la sanción de la Ley Bases es jubilar el cepo cambiario. Lo tiene en mente porque en la misma convención empresarial realizada el martes 12 de junio, anunció que su gobierno conseguirá un superávit financiero semestral y que “apenas se resuelva el problema de los puts heredado de la gestión anterior, abrirá el cepo“.

Los puts, también denominados en la jerga financiera como opciones de venta, son instrumentos emitidos por el Banco Central y se encuentran en cartera de inversiones de entidades financieras que compraron títulos públicos.

Los “puts” le dan la opción a los bancos de vender los títulos cuando caen por debajo de cierto precio, obligando al Banco Central a recomprarlos, por lo que funcionan como un seguro de liquidez. Según el Dr. Alejandro González Escudero de la Fundación Economía y Sociedad que participa del relevamiento de expectativas del mercado del Banco Central, “el potencial de emisión monetaria derivado de este instrumento financiero es enorme. Cercano a los 20,5 billones de pesos o 22.246 millones de dólares”.

Para Milei, esta herencia recibida es una de las hipotecas más grandes que debe afrontar desde la gestión económica. Mientras no se resuelva esta cuestión, el cepo continuará vigente.

Con respecto al ancla cambiaria, el ministro de economía Luis Caputo, asegura a propios y extraños, que no levará anclas y que continuará firme sobre el hipotético lecho marino donde se ubica la Argentina.

Caputo aseguró que mantendrá el dólar blend, se trata de un esquema por el que los exportadores pueden liquidar sus divisas en un 80% al precio oficial y un 20% al contado con liquidación para tener un tipo de cambio más alto, más allá del mes de junio y prometió que de aprobarse la Ley Bases, bajará la alícuota del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5%.

Milei quiere comenzar un proceso de reformas varias veces más significativo que el que realizó Menem en los ’90

Pero, el segundo desafío económico del Presidente, tras la sanción de la Ley Bases, es la reactivación. Un ítem amplio donde la obra pública privada tendrá un protagonismo principal.

El recorte de partidas para obras públicas se sintió, principalmente, en muchas provincias argentinas, y, más allá, de las primeras negociaciones del nuevo Jefe de Gabinete, Guillermo Francos con gobernadores como Martín Llaryora de Córdoba o Raúl Jalil de Catamarca, para avanzar con obras paralizadas por falta de presupuesto nacional, el empresariado local comienza a tomar nota de cómo funcionará un esquema privado de obra pública.

Y, en ese sentido, la construcción del segundo tramo del gasoducto que conectará el yacimiento gasífero neuquino de Vaca Muerta con la provincia de Santa Fe será un test que servirá de ejemplo.

En una presentación en El Club del Petróleo, el secretario Eduardo Rodríguez Chirillo, afirmó que se lanzará una licitación internacional para el tramo Salliqueló-San Jerónimo, aunque se dará la libertad a una modificación en la traza si así lo desean los ganadores.

El financiamiento lo pone el constructor y se apalanca en la capacidad de transporte que vende a los productores gasíferos. Luego, le abonará al Estado un canon, como si se tratara de un peaje.

Este esquema que comenzará con el sector petrolero podría ser uno de los pilares de la recuperación de una economía estancada y recesiva.

Desde luego, en la citada reunión del Club del Petróleo, todos los presentes coincidieron en la necesidad que Milei, cuente con la Ley Bases aprobada sobre su escritorio del despacho presidencial de la Casa Rosada.

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