Si hay algo que caracteriza a Máxima Zorreguieta – además de su simpatía y su cercanía con la gente – es su buen gusto a la hora de vestirse. La reina de los Países Bajos tiene un estilo muy definido, donde las prendas en color marrón, bordó y azul son infaltables, al igual que los diseños con imponentes y llamativos estampados. En una misma semana puede sorprender con un look clásico y elegante y con otro colorido y más descontracturado.
Algo que demostró la argentina es que además de su rol en la realeza neerlandesa, también es la reina de la moda circular. A lo largo de los años dejó en claro que no es necesario estrenar un outfit para cada evento, sino que una misma prenda se puede reciclar y hasta combinar con distintas piezas para crear looks completamente nuevos. Incluso es hasta la fecha que usa vestidos que llevan una década en su guardarropa. Justamente para una actividad de la que participó esta semana se lució con un formal, pero llamativo conjunto que lució en el pasado. Una vez más recibió todos los elogios.
El lunes 2 de septiembre, la madre de las princesas Amalia, Alexia y Ariane se trasladó a la ciudad de Leiden para visitar la Fundación Door het Geluid, la cual desde 2022 trabaja activamente, mediante talleres, por la salud mental de los estudiantes. Como presidenta honoraria de Mind Us, un espacio que busca brindar ayuda y contención a jóvenes con problemas de salud mental, participó activamente de las charlas y talleres. A su vez, según indicó el comunicado de la casa Orange-Nassau a través de sus redes sociales, dialogó con los presentes sobre la cooperación mutua entre ambos proyectos para el bienestar de los estudiantes de la ciudad.
Para esta ocasión, Máxima optó por llevar un outfit formal, pero alegre. Lució un conjunto de blazer y pantalón de la firma italiana Max Mara en color celeste y por debajo una blusa de cuello redondo en color blanco. Esta vez no llevó sus clásicos stilettos, sino unos delicados zapatos de tacón en color nude con un moño en el centro de Ferragamo y agregó una cartera en el mismo tono.
En cuanto al cabello, la monarca optó por peinarlo hacia un costado y recogerlo en un rodete bajo para que las miradas se posaran en sus imponentes aretes dorados, los cuales le dieron su toque personal al look y agregó algunas pulseras y anillos en plata.
Zorreguieta no solo dio cuenta de que se puede ser sofisticada, sino a la vez alegre y colorida. También volvió a demostrar que la ropa puede tener una segunda vida. Usó este mismo outfit en mayo de este año cuando visitó la localidad de Hollands Kroon para encabezar, en su rol de presidenta de honor, una actividad con la Fundación Mind Us. En dicha ocasión, llevó stilettos, otras joyas y se dejó el cabello suelto, lo cual le dio un toque de informalidad pero sin perder la elegancia.
El viernes, la reina consorte de los Países Bajos visitó la localidad de Zundert, en Brabante Septentrional, para participar de los preparativos para el desfile floral anual. Lejos de solo observar, se interiorizó en la producción, charló con las personas del lugar y se sentó a armar las flores. Incluso en un momento hasta agarró un martillo para darle forma a un arreglo.
Para esta actividad, relajada y distendida, Zorreguieta optó por llevar un estilo acorde a la ocasión. Lució un conjunto de saco y pantalón en color blanco y lo combinó con una clásica remera rayada estilo marinera, para darle informalidad al outfit. Agregó unos zapatos de plataforma blancos y cerró con una cartera azul que le dio el toque final a un look elegante y prolijo, pero al mismo tiempo muy canchero.
LA NACION