La iniciativa, impulsada por Nicolás del Caño, lleva también las firmas de Christian Castillo, Alejandro Vilca, Vanina Biasi y Vilma Ripoll (Frente de Izquierda), Hugo Yasky, Sergio Palazzo, Blanca Osuna, Carlos Castagnetto, Juan Marino, Mario Manrique (Unión por la Patria) y Esteban Paulón (Encuentro Federal), entre otros legisladores que denuncian que cinco empleados fueron despedidos por haber participado de una huelga legal convocada por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA).
Un caso testigo: despidos por ejercer el derecho a huelga
El conflicto se desató cuando la empresa modificó unilateralmente las condiciones laborales, aumentando los ritmos de producción a niveles que, según los trabajadores, eran “humanamente imposibles”. En respuesta, el sindicato convocó a un paro que derivó en la desafectación de cinco operarios del área de chocolates.
Lejos de resolverse, el conflicto escaló. Aunque el Ministerio de Trabajo de la Provincia dictó una Conciliación Obligatoria para retrotraer la situación, la empresa impidió el ingreso de los trabajadores a sus puestos, incumpliendo abiertamente la resolución oficial. Según el proyecto presentado en el Congreso, esta conducta constituye una violación al artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que consagra el derecho a huelga, y a tratados internacionales con jerarquía constitucional.
Un ataque al conjunto de los trabajadores
Para los firmantes del proyecto, lo ocurrido en Georgalos no es un hecho aislado, sino parte de una ofensiva patronal más amplia que busca disciplinar al movimiento obrero.
“Despedir por participar de una huelga es ilegal, inconstitucional y antisindical”, señalan, y advierten que permitir este tipo de maniobras sienta un precedente peligroso para todos los trabajadores y trabajadoras del país.
El proyecto presentado ante la Cámara Baja exige la reincorporación inmediata de los cinco trabajadores despedidos; el cese de la persecución sindical por parte de la empresa; el cumplimiento estricto de la conciliación obligatoria dictada por la autoridad laboral bonaerense y el reconocimiento de todos los reclamos de los obreros en lucha.
Los trabajadores de Georgalos vienen denunciando una flexibilización creciente de sus condiciones laborales, con mayor exigencia en las tareas y salarios en baja.
Mientras continúan las protestas -como el corte del miércoles 11 de junio en la Autopista Panamericana-, la tarea de redoblar el apoyo a los despedidos se actualiza: se trata de fortalecer su lucha y, con ella, también la pelea por defender el legítimo derecho a huelga de toda la clase obrera.
PR Georgalos by Sol Bajar