Logró cautivar el corazón de millones de personas con su actuación, pero tuvo un trágico final pese a su éxito.
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La recordaba actríz terminó endeudada en sumas de millones de dólares por sus problemas.
Judy Garland logró millones de seguidores gracias a su talento desde muy joven y su destacada trayectoria en el cine y la música. Su nombre quedó grabado en la historia del entretenimiento, influenciando generaciones. Sin embargo, su vida estuvo marcada por desafíos que contrastan con ese éxito.
La industria del espectáculo exige mucho de sus figuras, lo que llevó a Garland a enfrentar presiones y dificultades personales que impactaron su vida. Estos aspectos forman parte de una historia compleja que no siempre se conoce en detalle.
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Garland se ganó el corazón de millones de fanáticos a lo largo del mundo.
El ascenso de Judy Garland, una de las actrices más famosas de la historia
Frances Ethel Gumm, más conocida como Judy Garland, nació en 1922 y comenzó su carrera artística desde muy pequeña. A los 13 años firmó contrato con Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), uno de los estudios más grandes de Hollywood en ese momento. Su salto a la fama fue con la película El mago de Oz (1939), donde interpretó a Dorothy y cantó la inolvidable Over the Rainbow, un clásico que aún perdura.
Durante la década siguiente, Garland protagonizó numerosos musicales y películas que la convirtieron en una de las figuras centrales de la industria. Sin embargo, el éxito vino acompañado de una gran presión: los estudios controlaban estrictamente su imagen, horarios y peso, y la sometieron a un régimen severo que afectó su salud mental y física. Esto generó en ella una dependencia temprana a barbitúricos y anfetaminas que marcaría el resto de su vida.
Deudas de millones y una vida de adicciones: la caída de Judy
A pesar de su éxito y popularidad, Judy Garland enfrentó serias dificultades económicas. Se estima que al momento de su muerte acumulaba deudas por más de 5 millones de dólares ajustados a valores actuales. Estas sumas crecieron debido a gastos médicos derivados de tratamientos para combatir sus adicciones, múltiples hospitalizaciones y también demandas legales vinculadas a su carrera.
Gran parte de esos millones en deudas se generaron también por la falta de control financiero, ya que sus contratos con los estudios y promotores limitaban su acceso a los ingresos que producía. A esto se sumaron gastos personales elevados y problemas legales que complicaron aún más su situación.
Los tratamientos médicos continuos y las terapias para enfrentar su dependencia a barbitúricos y anfetaminas representaron un gasto constante y elevado. Su estilo de vida inestable, junto con la presión de la industria y sus dificultades para cumplir con compromisos laborales, profundizaron una crisis financiera y personal que la acompañó hasta sus últimos días. Finalmente, Judy Garland murió en 1969 a los 47 años por una sobredosis accidental de barbitúricos.