Nicole Neumann está en la recta final de su cuarto embarazo, una etapa llena de expectativas y desafíos mientras espera con ansias la llegada de su primer hijo con su esposo, Manu Urcera. La pareja aún no ha revelado el nombre del bebé, manteniendo en secreto esa dulce incógnita.
En un acto de sinceridad, Nicole compartió con sus seguidores en Instagram los altibajos que ha experimentado durante esta etapa. “Estoy recién salida de la cama, no pude dormir en todo este tiempo”, compartió la modelo, destacando los desafíos del insomnio nocturno y la búsqueda de prendas cómodas para vestir.
Además, Neumann abordó la importancia de mantener viva la pasión en la pareja a pesar de los años: “Estoy recién salida de la cama, no pude dormir en todo este tiempo. Me puse aceite de coco en el pelo porque hay ciertas cosas de bellezas y de cuidados que me gusta hacerlas cuando no está”.
“Mantener esta cosa de la atracción, la pasión en la pareja a pesar de los años, obvio que podés estar despatarrada en ojotas. Hay cosas que me gusta hacerlas cuando estoy sola”, expresó, revelando su rutina personal en medio de la dulce espera.
Finalmente, Nicole reveló sus planes para el futuro inmediato, mostrando su optimismo ante los desafíos que se presentan: “Me voy a empezar a probar jeans de Manu, porque estoy complicada con los míos para que me cierren. Después les voy a mostrar como me van quedando si me cierran y me entran, ojalá que sí”, compartió, reflejando su determinación y esperanza mientras se prepara para recibir a su bebé.
La modelo también compartió cómo ha enfrentado otros obstáculos del embarazo, recurriendo a la espiritualidad para superar momentos difíciles. “Hoy 19, día de San Expedito, estoy llegando a la misa del padre Fabricio que fue quien nos casó que les comenté que encontró la imagen de San Expedito en Balvanera y ahora da misas en su iglesia. Vengo a bendecir la pancita de paso”, mencionó Nicole Neumann.
“Cuando les hablé de Fabricio antes de mi casamiento, les conté que justo había encontrado un agua bendecida de San Expedito que tenía guardada hacía un montón”, agregó.
“En ese momento no lo podía contar porque estaba de menos de doce semanas o ahí… Pero en ese momento estuve con pérdidas y (tuve que hacer) reposo total. Empecé a bendecir mi panza con el agua bendita”, sumó. “Contarles que me hizo una imposición de manos, había una energía super linda cuando entré y que me tuve que contener para no explotar en llanto”, cerró.