La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reveló un informe donde muestra un desplome del consumo minorista en mayo del 2,9% interanual. También una nueva caída del 0,7% con respecto al mes anterior luego de algunos meses consecutivos de crecimiento sobre un piso bajísimo que había dejado la megadevaluación de Caputo. Con el nuevo Gobierno, en diciembre de 2023, el consumo se desplomó 30 puntos para enero de 2024, apenas 2 meses.
En cuanto a los rubros de mayor caída se encuentra “Alimentos y bebidas”, con un desplome del 7,6% interanual. Según CAME, “en los últimos meses, la actividad comercial experimentó una leve retracción, en un contexto caracterizado por una menor disponibilidad de recursos, ajustes de precios y mayores exigencias operativas”.
“En el comercio minorista persiste un escenario de cautela, con sectores que enfrentan caídas en las ventas, márgenes estrechos y dificultades para sostener la rentabilidad.” Por ejemplo, “rubros como Alimentos y bebidas; Calzado; Bazar; Ferretería, e Indumentaria registran un consumo más selectivo, limitado por el poder adquisitivo, la falta de crédito y la competencia informal o externa” aseguran desde la cámara empresarial.
En cuanto a las expectativas, entre los más de 1000 comercios encuestados clasificados en siete rubros distintos (alimentos y bebidas; bazar y muebles; calzado y marroquinería; farmacia; perfumería; ferretería y materiales de construcción; y textiles e indumentaria) más de la mitad opina que la situación económica no va a mejorar para el año que viene y el 55,9% opina que no es un buen momento para invertir.
En cuanto a la industria, el INDEC reveló este lunes el índice de producción industrial (IPI) manufacturero. Si bien mostró un crecimiento de 2,2% intermensual, el dato es el peor registro desde agosto del año pasado que ya partía de un piso muy bajo. En relación a 2023, la actividad está muy lejos de recuperarse, está 3,5% abajo y 9,4% respecto al mismo mes de ese año.
El rendimiento es desigual, algunas industrias ligadas al extractivismo son beneficiadas como Minerales no metálicos y metálicas básicas (+6,7 por ciento) y Refinación del petróleo, químicos, productos de caucho y plástico (+5,1 por ciento). Mientras otras caen en relación al mes anterior, como Textiles, prendas de vestir, cuero y calzado (-0,6 por ciento) y en Productos de metal, Maquinaria y equipo (-1,7 por ciento). Alimentos y bebidas se mantuvo sin variación (0%).
El salvataje del FMI, más deuda y la crisis que continúa
A pesar del salvavidas (de plomo) que le tiró el FMI el mes pasado a Milei con un nuevo acuerdo de 20.000 millones de dólares, la economía Argentina sigue sin repuntar a lo que suman una deuda externa cada vez más grande e impagable.
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Ante la falta de dólares genuinos Luis Caputo sigue emitiendo más deuda externa para poder contener el dólar como ancla para la inflación. Este lunes comunicó una nueva promesa de emisión de deuda por U$S 7.000 millones con nuevos beneficios para los fondos de inversión extranjeros, ya no tendrán plazos mínimos de permanencia. Una oda a la bicicleta financiera o carry trade, del que los bancos y especuladores están obteniendo jugosas ganancias.
Endeudamiento sin fin de Caputo y Milei. Y eso que decía que la deuda era inmoral. Econochantas de primer nivel. Eliminan los plazos de permanencia del capital especulativo, aumentando la volatilidad a futuro con consecuencias más drásticas para las mayorías populares.
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) June 10, 2025
La izquierda es el único sector político que plantea abiertamente la necesidad impostergable de rechazar el pacto con el FMI, para poner fin al flagelo que significa para las mayorías sociales vivir bajo la bota de este organismo. Hace ya 7 años que volvió el FMI, de la mano de Mauricio Macri, fue legitimado en el Congreso en 2022 por el peronismo, y este nuevo programa de facilidades extendidas garantiza al menos 10 años más.
En concreto esto se traduce en la continuidad del ajuste del gasto, que es menor plata para salud, educación, realización de obras públicas, tarifazos en los servicios (luz, gas, transporte, agua), despidos de empleados públicos. Seguir hundiendo las jubilaciones y pensiones, que desde que volvió el FMI perdieron un 50 % de poder de compra. Pero también da vía libre a una nueva ola de privatizaciones de empresas públicas y de reformas estructurales. Y la entrega de bienes comunes naturales considerados estratégicos a empresas estadounidenses, como el litio.
Además del rechazo soberano de la estafa de la deuda, la nacionalización del sistema bancario y el comercio exterior bajo administración de los trabajadores, son medidas complementarias que permitirían evitar la gran fuga de capitales y las maniobras especulativas, que alimentan las expectativas devaluatorias. Además, se podrían generar créditos baratos para el pequeño comercio y el pueblo trabajador y cuidar el ahorro nacional. Estas medidas forman parte de un planteo que patea el tablero por una salida de fondo, para empezar a planificar la economía desde abajo, en función de las necesidades de las grandes mayorías y no de las ganancias.