Los sistemas de construcción en seco, con estructuras de madera, ganan terreno en los barrios privados del Gran Buenos Aires (GBA). Esta tendencia es impulsada por familias jóvenes que optan por viviendas de 3 o 4 ambientes donde la madera es el material protagonista.
Actualmente, el mercado de la construcción con madera en Argentina se encuentra en un proceso de crecimiento sostenido, a pesar de las dificultades que se presentan en el camino. Comparado con 10 o 20 años atrás, se observa un cambio significativo en la demanda y oferta de construcciones con este material”, explicó Daniel Vier, presidente de la Cámara Argentina de la Madera (CADAMDA).
Actualmente en las urbanizaciones ubicadas en el Gran Buenos Aires (GBA) se estiman que se están levantando más de 500 casas con el formato wood frame.
Hace algunos años, la madera no era considerada un material de construcción relevante en Argentina y se utilizaba principalmente para elementos decorativos o en construcciones rurales. Sin embargo, debido a la necesidad de construir viviendas más eficientes y sostenibles, la madera es hoy cada vez más popular en la construcción y en otros mercados y rubros.
Cómo es el sistema de construcción en seco con madera
Este sistema (marco de madera traducido), es una técnica en la que se emplean tanto perfiles como placas estructurales de este material.
La prefabricación también presente en este esquema agiliza la construcción en obra, reduciendo costos laborales y acortando plazos de entrega. El wood frame brinda flexibilidad de diseño, adaptándose a diferentes tipologías: viviendas unifamiliares, edificios comerciales y construcciones temporales.
Estas viviendas, dependiendo sus metrajes pueden demandar entre 90 y 365 días. El Wood Frame es más ágil que el sistema tradicional
Este sistema consiste en la realización de una estructura de madera con numerosos listones que se clavan entre sí, compuestos de vigas y tirantes.
Casas construidas en seco
Entre los ejemplos de wood frame, se levanta un proyecto en el Barrio San Matías de Escobar, donde se edificó una casa empleando este material. El proyecto fue llevado a cabo por Maderera Newton, bajo la dirección del arquitecto Octavio Roca y el constructor Mariano Asensio de Construlab. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de la CADAMDA.
El uso de madera en la construcción en countries y barrios privados está en aumento debido a sus ventajas, como resistencia al fuego, menor impacto ambiental comparado con el acero y mejores propiedades de aislamiento térmico. Este tipo de construcción permite importantes ahorros de energía y se ha probado efectivo en climas fríos como los de los países nórdicos, donde la madera es el material preferido por su eficiencia térmica y propiedades ecológicas.
La construcción de la casa en San Matías utiliza el sistema wood frame, predominante en el hemisferio norte. Empleado en el 90% de las viviendas del hemisferio, es reconocido por su rapidez, sostenibilidad y calidad. La casa en cuestión destaca por su estructura innovadora y cuenta con una viga multilaminada de dimensiones excepcionales (4×20 pulgadas), diseñadas no solo para el soporte de la estructura, sino también para áreas críticas como el frente del quincho y el entrepiso en el área del living comedor.
El arquitecto Germán Gómez Picasso, de Reporte Inmobiliario, mencionó que “hace pocos años no se veía ninguna casa en construcción estilo wood frame en los barrios cerrados del GBA; hoy se puede estimar que al menos una o dos cada cien ya son de este tipo de construcción”.
El cambio hacia la madera también responde a la necesidad de construcciones más eficientes y sostenibles. En la casa de San Matías, por ejemplo, se ha utilizado celulosa proyectada para mejorar el aislamiento térmico y una fachada ventilada que contribuye a la eficiencia energética y confort interior.
En una obra de estas características suelen trabajar entre 3 y 6 personas desde que se inicia el montaje en el terreno hasta su finalización
“En países como Suecia, Finlandia, Dinamarca, Canadá, Estados Unidos y gran parte de Europa, la madera no solo es un recurso clave en construcción, sino también un elemento central de la cultura y estilo de vida, debido a las grandes extensiones de bosques que aseguran su accesibilidad y economía”, dijo Vier.
También hay otras viviendas en distintas urbanizaciones. Mariana Lucángeli, arquitecta y experta en Real Estate, dijo que “en Canning y cerca de La Plata avanzaron las casas en madera que se culminan con paneles tanto para revestir el interior como el exterior. Son ultra resistentes a la intemperie y otorgan buena amplitud térmica a los distintos ambientes”.
Una vivienda de 120 m2 y tres ambientes, puede terminarse entre 90 y 120 días. Los propietarios deben disponer del terreno en el barrio cerrado.
“Es vital hacer la platea de hormigón o estructura de acero para luego ir montando las vigas y los paneles que ya se trasladan prefabricados hasta el lugar”, dijo Lucángeli.
Este tipo de viviendas tienen un costo que oscila entre u$s800 y u$s1.200 por m2, dependiendo de las terminaciones y la superficie. Son valores que están por debajo de la construcción tradicional, que oscila entre los u$s950 y los u$s1.300 por m2.
Etapas de la construcción en seco
La construcción de una vivienda en wood frame implica seguir pasos específicos. Primero, es esencial revisar el Reglamento de Construcción del barrio, que incluye parámetros estéticos, límites en metros cuadrados, alturas, retiros y requisitos logísticos.
Una cocina de una vivienda recientemente culminada con este sistema constructivo
Eduardo Serantes, gerente comercial de B3 destacó que, tras analizar el reglamento, el siguiente paso es visitar el lote para planificar la implantación del proyecto y presentarse ante las autoridades correspondientes. Esta visita permite resolver dudas logísticas y comprender la estética del entorno y los lotes vecinos. Una vez definido el diseño, se firma un contrato que fija el precio del proyecto desde el inicio hasta la finalización, y la empresa se encarga de todo el proceso hasta entregar la casa lista para habitar”.
La madera juega un papel clave en la construcción con wood frame, tanto estructuralmente como en términos de eficiencia energética.
“El esqueleto estructural de la casa está compuesto íntegramente por madera, generalmente de pino o eucaliptus tratados para resistir humedad e insectos. Este sistema, perfeccionado durante siglos en países como Estados Unidos y Canadá, permite alcanzar altos estándares de calidad constructiva. Además, al incorporar capas aislantes como lana de vidrio o celulosa proyectada, se logra una excelente aislación térmica”, dijo Serantes.
Una casa de 125 m2 cubiertos se construye desde el movimiento de suelo a la entrega en aproximadamente 3 meses y cuesta entre u$s87.000 y u$s113.000. La brecha es amplia, ya que el tipo de terminaciones, diseño y cantidad de aberturas, ubicación, son algunas de las características que influyen mucho en el precio.
Entre las ventajas del sistema wood frame en barrios privados, destaca la rapidez de construcción, reduciendo tiempos y costos tanto de obra como de cánones mensuales que suelen cobrar los barrios cerrados. Serantes afirmó: “Es una construcción más limpia, genera pocos desperdicios y es menos ruidosa”.
Se tratan de viviendas termicamente eficientes al ser hechas en madera, un material sostenible y resistente
Sin embargo, el desafío principal es cultural, ya que algunas malas experiencias generó reticencia en ciertos barrios. “Una mala implementación no es culpa del sistema, sino de quien lo ejecuta incorrectamente. Nuestro mayor trabajo es comunicar los beneficios y demostrarlos a través de nuestros proyectos realizados”, concluyó Serantes.