Hasta el último martes, el blanqueo de dólares en efectivo ya había superado los u$s8.300 millones. Se trata de un monto que supera todas las expectativas, tanto en las consultoras económicas, buffets de contadores y en los propios despachos oficiales.
El martes de esa semana, último dato disponible, habían ingresado a los bancos la friolera de u$s1.340 millones. De esta manera, en su parte “cash” el blanqueo de Javier Milei ya supera al de Mauricio Macri, que había ingresado a los bancos u$s7.700 millones.
Como ya publicó iProfesional, la expectativa en bancos y en el propio oficialismo es que el “cash” blanqueado —hay tiempo hasta el 31 de octubre— trepe a los u$s14.000 e incluso u$s15.000 millones. Es decir, que duplique el volumen de la operación de Macri.
Con estos registros en la mano, a partir de ahora comenzará a rodar otra cuestión: ¿para qué se van a usar los dólares del blanqueo?
Dólares del blanqueo: expectativa versus realidad
La expectativa por el uso que vaya a darle los ahorristas a los dólares “blanqueados” es clave para el Gobierno.
Más allá de la confianza que los inversores tengan en el sistema financiero —hoy en día no hay ninguna duda sobre la solvencia de los bancos; a todos les sobra liquidez—, la cuestión pasa por el destino que los ahorristas vayan a darle a sus billetes verdes.
¿Dejarán los dólares en los bancos? ¿Se los llevarán de vuelta al colchón o a las cajas de seguridad, aun cuando ya están “blanqueados” ante la AFIP? ¿O los van a destinar a la adquisición de algún bien durable?
La pregunta es clave: a partir del martes que viene, quienes hayan llevado los dólares a los bancos podrán darle el destino que prefieran. En especial aquellos que hayan “blanqueado” menos de u$s100.000 y no deban pagar ningún impuesto por reencontrarse con sus ahorros.
La apuesta de Luis Caputo
El ministro de Economía planeó este blanqueo con dos objetivos de corto plazo: que los evasores de impuestos lleven los dólares a los bancos. Y que utilicen esos ahorros para mover la actividad económica.
La decisión de los inversores se empezará a conocer a partir de la próxima semana. Los que blanqueen hasta u$s100,000 se podrán llevar los dólares a su casa inmediatamente. Por encima de ese monto, tendrán hasta principios del próximo año (90 días) para decidir una inversión y así evitar el castigo del 5%.
A diferencia de la operatoria lanzada por Macri al comienzo de su mandato, esta vez el objetivo es que este dinero blanqueado sirva para movilizar la actividad económica. No persigue un objetivo fiscalista (recaudatorio).
Crece el interés de empresarios por inversiones con fondos del blanqueo
En una cumbre de empresarios del sector inmobiliario —organizada por la Federación del sector (FIRA)-, los ejecutivos coincidieron en que vienen recibiendo consultas de inversores para el sector. Confían en que parte del flujo del blanqueo se destinará a la construcción.
Los empresarios creen que, además de las inversiones más voluminosas, como por ejemplo la compra de inmuebles, el blanqueo traerá la posibilidad de hacer pequeñas obras. Como una refacción en el hogar.
Las concesionarias de autos también están expectantes a lo que suceda desde la próxima semana.
El Gobierno dio varias herramientas para utilizar los fondos. Agrandó la lista de bienes que pueden adquirirse: desde materiales para la construcción hasta vehículos y electrodomésticos.
Para eso incluso permitió que el dinero pueda transferirse desde las cuentas CERA a cuentas bancarias comunes. Y habilitó las tarjetas de débito en dólares para que no haya impedimentos.
¿Es buen momento para invertir dólares?
Más que la confianza en el sistema financiero —que hoy es elevado entre los ahorristas— hay otra cuestión clave para revelar.
¿Es este un buen momento para desprenderse de los dólares e invertir? ¿O comprar directamente bienes?
Desde distintas consultoras dieron opciones a los clientes para comprar títulos de deuda dolarizados. Un reporte de Javier Casabal —jefe de research de Adcap Grupo Financiero— planteó “comprar GD35, para el cual esperamos un alza del 14% hasta fin de año, mientras nos mantenemos atentos a las compras del Banco Central. Creemos que el GD35 seguirá subiendo cómodamente por encima del nivel de $45 con la extensión de la regularización y si el Banco Central no pierde reservas”.
Un segundo capítulo refiere a los activos de la economía real. ¿Se tentarán los ahorristas para vender sus dólares y comprar un bien? ¿O primará la idea de que el dólar por debajo de los $1.300 está barato y sería mejor esperar a los próximos meses, hasta que se despeje el horizonte cambiario?
Son todas cuestiones que empezarán a vislumbrarse a partir de la próxima semana.