18, agosto, 2025

Día del Pinot Noir: el vino más buscado que es, también, el más caro del momento y estrella de las subastas

Con los Premiers Crus de Borgoña a la cabeza, los grandes Pinot Noir se cuentan dentro de los vinos más caros y más buscados del mundo. De ello da cuenta el hecho de que la botella de vino vendida a mayor precio a la fecha haya sido un Pinot Noir. Más precisamente un Domaine de la Romanée Conti 1945 que en una subasta realzada en 2018 en Sotheby’s alcanzó el récord de US$558.000. Pero la fascinación por esta variedad se traslada incluso a los borgoñas más básicos, que en los último diez años han incrementado su precio un 60%.

¿Qué tiene el Pinot que deslumbra tanto a coleccionistas como a fanáticos del vino de todo el planeta? “Pinot Noir es una variedad icónica en el mundo por su historia y por el prestigio de los vinos que da origen: vinos tintos célebres como los Borgoña, y por ser parte también de los vinos base de Champagne”, responde Pablo Cúneo, director de enología de la bodega Luigi Bosca.

En la Argentina, el Pinot Noir representa tan solo el 1% del total de las vides plantadas, y su superficie creció tan solo un 1,3% en el período 2016-2025, según estadísticas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Su escasez en términos de superficie plantada —que luego se traslada a un igualmente reducido número de botellas— se explica por el hecho de que es una variedad que no se da bien en cualquier terruño, y que además requiere mano muy experta para hacerla brillar.

“Es una variedad difícil de cultivar y compleja de elaborar al momento de su vinificación. Sin dudas, representa todo un desafío para cualquier equipo enológico, sin importar la zona de procedencia”, advierten desde la bodega Rutini Wines.

Jorge Cabeza, Head Winemaker de Bodegas Salentein, precisa: “Presenta desafíos constantes en el viñedo por su sensibilidad, y requiere vinificaciones muy cuidadas: manejo preciso del oxígeno, maceraciones suaves y extracciones controladas para preservar su delicadeza”.

“En la bodega todos los esfuerzos se enfocan en lograr una expresión aromática intensa, pura y frutal —retoma Cúneo—. Pienso al Pinot Noir como un vino donde la nariz manda, por lo que el mayor desafío está en lograr vinos intensos, con fruta y gran complejidad aromática. Finalmente, en la boca la suavidad, dulzura y frescura son características que buscamos”.

Si bien el Pinot Noir se encuentra plantado en todas las regiones del país (Mendoza concentra el 75% de todas sus hectáreas), en la Patagonia se ha convertido en algo así como su cepa emblema. En Neuquén, por ejemplo, el Pinot representa el 15,4% de todas las variedades plantadas, mientras que en Chubut llega al 37,7 por ciento.

Es una uva muy delicada, que requiere mano expertaXavier Martín

“En Patagonia el Pinot encontró un lugar donde demostrar su potencial. Gracias a factores naturales como la gran amplitud térmica, la buena exposición solar y el viento, que permiten que la uva madure completamente y desarrolle vinos con buena concentración y frescura”, afirma Juliana Del Águila Eurnekian, presidenta de la neuquina Bodega Del Fin del Mundo. Particularmente, esta bodega elabora Pinot en todas sus líneas y acaba de lanzar su espumante Brut Nature Degüelle Tardío 2019: un 100% Pinot Noir con 60 meses de crianza en contacto con lías.

Si bien es cierto que el Pinot Noir tiende a ser una variedad de precio elevado, existe un puñado de etiquetas de valor accesible que facilitan el adentrarse en su mundo. Algunas de ellas son: Casa de Herrero, Alta Vista Estate Premium, Finca La Anita, Saurus Estate y Terrazas de los Andes, todas en la franja que va de los $13.000 a los $25.000.

Un peldaño más arriba hay clásicos —como los Pinot de las líneas Rutini Colección, Luigi Bosca Insignia, Escorihuela Gascón Pequeñas Producciones, Humberto Canale Old Vineyard, Proyecto Hermanas de Lagarde o Pulenta Estate—, que entre los $30.000 y los $45.000 ya ofrecen vinos con buen potencial de guarda.

Un ejercicio interesante es ver cómo los terroirs más extremos de la Argentina ofrecen ejemplares no solo de muy alta gama sino con identidades muy marcadas. En el extremo sur está Bodega Otronia, con su Rugientes 45°, el Pinot más austral de la Argentina ($43.000); en el extremo norte Bodega Colomé con su Altura Máxima ($82.800), cultivado en los Valles Calchaquíes en uno de los viñedos más altos del mundo (3111 metros de altura sobre el nivel del mar).

Y mucho más que una curiosidad es el Pinot Terruños Únicos, que elabora Bodega Gamboa en Campana, provincia de Buenos Aires, y que obtuvo 94 puntos del prestigioso crítico inglés Tim Atkin ($80.000).

Otro camino posible es explorar cómo el avance de la enología de precisión en la Argentina alumbra Pinots de altísima gama. Allí están la trilogía de Cornelie, en la que el equipo de enología de Salentein explora cómo tres clones diferentes de Pinot Noir dan lugar a vinos distintos; o la familia de etiquetas de Domaine Nico, en donde la apuesta va por el lado de buscar las expresiones particulares de distintos microterroirs, y así ofrecen cinco vinos que provienen de cinco parcelas de un mismo viñedo. En este apartado estamos hablando de vinos que arrancan en $45.000 y superan los $300.000.

Finalmente, están las burbujas. El Pinot es, junto con el Chardonnay, una de las variedades clásicas de los espumantes. E incluso muchos son 100% Pinot. Un clásico local es el Rosé de Rosell Boher ($53.000); un recién llegado es el mencionado Brut Nature Degüelle Tardío de la patagónica Bodega Del Fin del Mundo ($110.000).

Beber con moderación – Se prohíbe su venta a menores de 18 años

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