Un “queso gruyere”. Así tildó el ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, al gobierno de Javier Milei, en medio del recambio del jefe de Gabinete y la falta de designaciones en áreas clave del Estado. En ese marco, apuntó contra la designación de Guillermo Francos en el lugar que dejó Nicolás Posse, al asegurar que como ministro del Interior no pudo sentar a un solo gobernador en el frustrado Pacto de Mayo.
Hacia el flanco interno, Larroque volvió a cuestionar a Máximo Kirchner, en este caso por la movida que hizo para llamar a elecciones del Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires para el próximo 7 de noviembre y, con ironía, le achacó que el peronismo se basa en un movimiento y no en verdades absolutas de “vanguardias iluminadas”. Convencido de que el gobernador Axel Kicillof es el político “ideal” por una serie de elogios que le giró, el excamporista también le mandó un aviso al presidente del radicalismo, el senador Martín Lousteau, sobre su rol en medio de la gestión libertaria.
“Es una situación muy compleja; hay una crisis económica y social muy difícil. Nosotros no lo ocultamos, las distintas coaliciones han entrado en crisis pero también el Gobierno, fijémonos lo que viene ocurriendo con los cambios de Gabinete. Es un gobierno que a esta altura parece un queso gruyere. Cuántos huecos, cuántos agujeros, cuántos funcionarios sin designar. Todo está en crisis en la política argentina, lamentablemente”, comentó en Radio 10 Larroque.
Seguro de que esta gestión trasladó la crisis económica y social a la esfera política ahora que hizo movimientos en sus filas, el ministro bonaerense cuestionó el desembarco de Francos como jefe de Gabinete, tras la salida de Posse en medio de fricciones con Milei: “[El Gobierno] está con muchas dificultades y no me animo a decir qué va a pasar en un mes, dos meses. No veo resultados en términos pragmáticos económicos. Ponen de jefe de Gabinete a un ministro que no pudo sentar a un gobernador en el Pacto de Mayo, a mí me llama la atención. Si iban a buscar otra cosa, sorprendían”.
Por otra parte, el funcionario consideró que la oposición no puede echar culpas hacia afuera cuando analiza por qué ganó Milei y ahondó sobre aquel momento en que cuestionó la forma de conducción de La Cámpora, la organización de la que fue secretario general durante años y de la que se alejó formalmente en 2023. “Creo que una fuerza política empieza a perder funcionamiento cuando se considera que tiene razón el que más poder tiene. Hay que escuchar mucho. Cuando cerrás esos canales, te acotás al pensamiento de unos pocos. Llegamos a una etapa donde se habla de verdades absolutas y no creo en eso. El peronismo tiene que ver con su funcionamiento en términos de movimiento, no de estructuras cerradas, ni de vanguardias iluminadas. El peronismo no es iluminista, no es alguien que viene con la verdad. La verdad reside en el pueblo y hay que saber escucharlo”, dijo, para marcarles la cancha a sus exsocios.
Luego insistió con que esta es una etapa “muy complicada” y, primero sin nombrarlo, criticó a Máximo Kirchner por llamar a elecciones del PJ bonaerense para el 7 de noviembre a través de X, justo un día antes en que el PJ Nacional comunicara que iba a convocar a comicios para el mismo día. “No podemos andar con travesuras a esta altura de los acontecimientos. Cuando uno ve chicanitas… Las estructura jurídica da margen a maniobras, pero las ve todo el mundo. Si creés que estás en una gran estrategia, de ‘mirá como los engañé a todos’, no… la verdad que estás haciendo un daño al conjunto. No está bien en este momento tan delicado, con un enemigo como Milei, estar jugando a las escondidas con la administración de las estructuras partidarias. Es momento de generar grandes consensos, no de ver cómo primereo con una jugadita por Twitter, por esto, por el otro… eso nos va a hacer daño. Llamo a la reflexión a aquellos compañeros y compañeras que tienen responsabilidades importantes para entender el momento que estamos viviendo”, dijo, dirigido hacia el hijo presidencial.
Cuando entonces le marcaron que con esos dichos hacía una clara referencia a las elecciones en el PJ, Larroque ahondó: “No nos podemos enterar por Twitter de una convocatoria que no surge de los cuerpos partidarios. Hay estructuras que debaten y podrían haberse convocado para plantear la propuesta. Después se pone una fecha, se adelanta una fecha que iba a tratar el consejo… Me parece que el 7 de noviembre nos queda lejos de los problemas de la sociedad. Es urgente que el peronismo genere un consenso de cómo voltear la Lay Bases, el DNU, porque vamos a llegar a noviembre y no sé si hay país”.
Además, bajo la idea de que una interna partidaria, si se hace, tiene que contar con la afiliación correspondiente, Larroque siguió contra Máximo Kirchner: “Si se va a buscar ese lugar como de definiciones importantes, que sea lo suficientemente plural para que esa definición tenga consenso y no que volvamos a poner de vuelta el cargo delante del caballo”.
Kicillof y Lousteau
En tanto el ministro, que trabaja para construir una proyección nacional de Kicillof, destacó que el gobernador bonaerense mostró un perfil contrario a Milei desde el primer momento, incluso cuando muchos le recomendaban replegarse. “Axel tiene los atributos de lo que puede ser el ideal de un dirigente político. Es capaz, gestiona bien, es trabajador, es empático, humilde. Se me estará escapando alguna otra virtud, todos somos seres humanos y tenemos nuestros momentos, pero cuando uno observa la capacidad que él detenta, cómo no acompañarlo”, comentó.
Por otra parte, Larroque opinó sobre el rol de Lousteau, que tuvo varios momentos de altas críticas al Ejecutivo, pero que a la vez se sentó a la mesa de negociación con el Gobierno por la Ley Bases. Con la idea de que el radical está “frente a una encrucijada”, el ministro -que ubicó a Milei como “el parteaguas” de la política argentina- sentenció sobre el senador de la UCR: “Él tiene futuro en la política si clarifica su posición. Si sigue titubeando, esto se lo lleva puesto. Al no sentar posiciones claras, este tipo de crisis te degluten. Sería muy saludable que tenga una posición clara, firme, y que abra una esperanza dentro del radicalismo”.
LA NACION